Parque Arqueológico Casa Blanca El Museo de Sitio de Casa Blanca Casa Blanca tiene un área de 6 hectáreas, que representa un fragmento de un sitio mucho mayor, ahora en gran parte destruido debido al crecimiento de la ciudad de Chalchuapa. Junto con la vecina zona de El Trapiche (fuera del parque), Casa Blanca llegó a ser el centro de un importante señorío maya temprano, de finales del período Preclásico Tardío (aproximadamente entre 200 a.C. y 250 d.C.). La pirámide más grande conocida en El Salvador fue construida en el sector de El Trapiche, y frente a ella se colocó una estela cuyo texto fue borrado en la remota antigüedad. Otra estructura de esa época (investigada antes de su destrucción) contenía los restos de más de 30 personas, aparentemente sacrificados; es posible que hayan sido cautivos de una de las campañas de guerra conducidas por este antiguo reino. Aunque esto fue el auge de Casa blanca, el sitio ha aportado evidencia de actividad humana anterior y posteriormente. Las primeras evidencias se remontan a casi 5,000 años, y consisten en el registro de polen de una pequeña laguneta en la zona que indican la destrucción del bosque primario seguido por el cultivo de maíz, señalando de forma dramática la introducción de agricultura intensiva en la región, y el establecimiento de vida en aldeas que dio pie a las civilizaciones mesoamericanas. Los hallazgos más tardíos en Casa Blanca son de entierros con ofrendas, del período que cierre con la invasión de los españoles, el Posclásico. El Gobierno compró el área de Casa Blanca en 1977. Después de varios años de labores en la creación de infraestructura por el Proyecto Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, Casa Blanca fue inaugurado como parque en 2004. Plano del Parque Arqueológico Casa Blanca, indicando las Estructuras 1 a 6 (adaptado de un plano elaborado por el Proyecto Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya). Se indica el sendero arqueológico (interpretativo) en azul.
El parque incluye 6 estructuras prehispánicas, con 3 pirámides y 3 estructuras menores. Gracias a una década de investigación y conservación por parte del actual Proyecto Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, hoy se puede apreciar porciones de dos pirámides restauradas (Estructuras 1 y 5) en el sendero que recorre el parque. La Estructura 1
La Estructura 5
La Estructura 5 (izquierda). Las investigaciones al pie de su escalinata descubrieron un monumento de basalto columnar (centro) asociado a una escultura (derecha), todo del período Preclásico Tardío (fotografía de la escultura por Fabricio Valdivieso).
La arquitectura del Museo de Sitio de Casa Blanca fue inspirada en las antiguas "casonas" de las haciendas coloniales, con largos corredores que rodean un agradable patio central. Utiliza los materiales tradicionales de adobe y teja. Entrada al Museo de Sitio de Casa Blanca.
El patio del museo.
Una de las 5 salas del museo.
El Sr. Mario Edgardo Portillo es el guía del museo y parque.
El museo exhibe la única estela con escritura maya conocida en El Salvador, denominada como el Monumento 1 de El Trapiche (un sector hacia el norte del parque). Lamentablemente, solo se trata de un fragmento y la casi totalidad de su texto fue borrador intencionalmente en el pasado prehispánico. El dibujo representa lo que queda de los registros de glifos mayas y de la figura retratada (dibujo por William Coe; fuente: CONCULTURA).
La mayoría de los objetos en el museo son del período más importante de Casa Blanca, el Preclásico Tardío (500 a.C. a 250 d.C.). Muy característico de la última mitad de este período es la cerámica Usulután Izalco, con decoración negativa en líneas paralelas sobre un fondo anaranjado claro.
La cerámica Lolotique también es típico del Preclásico Tardío en la mitad occidental del territorio salvadoreño, siendo el cántaro una forma común.
El sitio de Casa Blanca fue utilizado ocasionalmente durante el período Posclásico, aparentemente para enterramientos. La cerámica Plomiza Tohil (izquierda) es del Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), y fue la alfarería más ampliamente comerciada en Mesoamérica. El Polícromo Chinautla (derecha) es del Posclásico Tardío (AD 1200-conquista), y es considerado como un producto Poqomam, el grupo maya que habitaba Chalchuapa en vísperas de la conquista española. Así como en muchas otras regiones de Mesoamérica, la conquista del territorio salvadoreño efectivamente empezó años antes del ingreso físico de los españoles, con una pandemia devastadora de viruela que introdujeron en México y que habría llegado aquí en cuestión de meses, en el curso del año 1520. Es generalmente aceptado que esta primera pandemia (de muchas que iban a seguir después) mató alrededor de la mitad o más de la población. Las primeras tropas españoles invadieron el área en 1524 al mando de Pedro de Alvarado. La cerámica Polícromo Chinautla fue descubierta por Arqueólogos en los años 1940, en otra zona Poqomam, el valle de Guatemala. Cuando investigaban el gran sitio de Kaminaljuyú, encontraron una fosa de enterramiento que había sido excavada en una cancha de pelota mucho más antigua. El entierro en este caso fue de un caballo, con dos vasijas de Polícromo Chinautla como ofrendas (por lo cual este tipo fue brevemente apodado como "Polícromo Caballo"). Este hallazgo sensacional seguramente fecha a período de la conquista española, cuando los caballos eran extraños seres nuevos que merecía un trato tan especial.
Una de las principales excavaciones efectuadas por el actual proyecto arqueológico está techada y permite conocer una serie de estratos naturales y culturales, entre los cuales se destaca la capa blanca de ceniza volcánica depositada por la gran erupción de Ilopango (siglo V d.C.). La ventana arqueológica de Casa Blanca. Se puede ver la capa blanca de ceniza volcánica de Ilopango. El techado y acceso de la ventana fueron construidas con ayuda del Gobierno de Japón.
Muchas personas visitan Casa Blanca especialmente por su taller de añil. El taller fue establecido con ayuda técnica y financiera proporcionada por el Gobierno de Japón. El taller es manejado por dos personas entrenadas con esta ayuda, Cruz Liset Clavel y Cruz Emilia Guevara de Girón, quienes imparten clases de diferentes métodos y materiales de teñido, y producen camisas, carteras y otros productos teñidos de azul que se ofrecen en el taller. Julio Ascencio fue capacitado como "puntero", la persona que "da el punto" en la producción del añil, partiendo de su materia prima, la planta llamada jiquilite. El taller tiene un obraje (pilas para producir añil) que, si usted tiene la suerte de visitar en un día de producción, verá en plena acción. Y por si no, puede apreciar algo de proceso en las siguientes fotografías. El taller de añil.
Cruz Liset Clavel imparte una clase en teñido. Las clases son abiertas al público (para mayor información, favor llamar al parque al 2408-4641).
Un día de producción de añil en el obraje de Casa Blanca (la fotografía no permite apreciar el fuerte olor que despide el agua). Después de dejar reposar manojos de jiquilite en agua, se oxigena durante un tiempo. Un trabajo crítico del "puntero" es juzgar cuando la oxigenación ha llegado "a su punto" para luego dejar todo en reposo, y en esto se toma en cuenta el color del agua, la cantidad de espuma y la apariencia del espejo de agua que llega a ser tornasolado. Ya en reposo, el añil se precipita como una capa de sedimento en el fondo de la pila. Se drena el agua y el añil se seca al sol.
El "puntero" Julio Ascencio con muestras de añil seco en una batea de madera. Aunque el añil generalmente es de un azul intenso, su color varía en cada producción, y corre la gama entre casi negro hasta azul celeste. Julio muestra los resultados de dos producciones distintas. Julio nació en Chalchuapa y ha trabajado con el Gobierno durante tres décadas en parques y excavaciones arqueológicas. También posee amplios conocimientos de plantas nativas y sus usos tradicionales.
FUNDAR participó en la administración de Casa Blanca entre mayo, 2008 y diciembre, 2009. Las actividades realizadas fueron de mantenimiento, reparaciones y acciones de alta prioridad. El mantenimiento incluyó jardinería, chapoda y limpieza. Se efectuó eliminación de goteras en el área del museo, reparación de los servicios sanitarios y del sistema eléctrico. Se supendió la chapoda de las áreas boscosas (se hacía por costumbre) para favorecer el crecimiento de plantas nativas. Se mejoró el sendero arqueológico (interpretativo), eliminando algunos atajos y dejando un circuito más apropiado. Dos acciones cumplidas de alta prioridad fueron:
Rampa para acceder a la ventana arqueológica.
ANTES
DESPUES El muro prefabricado, que será coronado con alambre razor en la parte superior, es una importante mejora para la seguridad y visualización del parque.
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