Parque Arqueológico Cihuatán

Información para el visitante

El parque

El Proyecto Cihuatán

Noticias del Proyecto Cihuatán

Participantes en el Proyecto Cihuatán

Grupos e instituciones

Individuos

Modalidad de permisos y supervisión por parte del Estado

Descripción de la antigua ciudad de Cihuatán

Emplazamiento

Anatomía de la ciudad

Fundación y abandono

Investigaciones e investigadores

 

El Museo Antonio Sol de la Antigua Ciudad de Cihuatán

El sendero arqueológico

Mejoras por FUNDAR

El camino de acceso

Electricidad

Rotulación

Estacionamiento

La casa de Cihuatán, de bodega a museo

Sistema de agua

Cafetín y colecturía

Mejoras dentro del parque: conservación, acceso público y visualización

 

   

 

Información para el visitante al Parque Arqueológico Cihuatán

Ubicación:

  • La entrada al camino de acceso a Cihuatán está en el kilómetro 36.5 de la Carretera Troncal del Norte (tres kilómetros al norte de Aguilares).

El parque ofrece:

  • Una ciudad prehispánica. La zona actualmente abierta al público incluye una plaza amurallada con pirámides y varias otras estructuras (el Centro Ceremonial).
  • Sendero arqueológico (interpretativo). El sendero es autoguiado, utilizando un folleto disponible en el cafetín.
  • Museo de sitio.
  • Estacionamiento, área de picnic, cafetín (limitado a agua, gaseosas, bebidas rehidrantes y snacks).
  • Servicios sanitarios modernos.

Horario:

Martes a Domingo, 9am a 4pm (cerrado los días lunes)

Tarifas:

  • $1.00 / nacionales, $3.00 / residentes y otros centroamericanos, $5 / extranjeros.
  • $1.00 / motos y vehículos livianos, $3.00 / vehículos pesados.
  • Entrada gratis para nacionales menores de 12 años y mayores de 60.
  • Entrada gratis para residentes de Aguilares con DUI vigente.

Recomendaciones:

Cihuatán suele ser caloroso, por lo cual es recomendable usar ropa y zapatos apropiados. No se olvide de su sombrero y, por supuesto, su cámara. Hay ocasiones en que es útil contar con repelente de insectos.

 

El Parque Arqueológico Cihuatán

En la década de los 1950, por primera vez el Gobierno compró partes importantes de dos sitios arqueológicos para su protección: Cihuatán, donde en 1953 se adquirieron 10.5 hectáreas con el Centro Ceremonial, y el área de las estructuras principales en Tazumal. En 1994, gracias a la gestión del Ing. Antonio Cabrales, entonces Ministro de Agricultura y Ganadería, el Gobierno compró otras 61.3 hectáreas en Cihuatán, con lo cual se brindó protección a la Acrópolis y un amplio sector de la zona residencial. Ahora con un total de 71.8 hectáreas (102.7 manzanas), Cihuatán es el mayor parque arqueológico de El Salvador.

CONCULTURA (reemplazado en julio, 2009 por la Secretaría de Cultura) fue la entidad gubernamental responsable de los parques arqueológicos nacionales. En diciembre de 1999, FUNDAR suscribió un convenio con CONCULTURA de 10 años para la co-administración del Parque Arqueológico Cihuatán y la realización del Proyecto Cihuatán.

FUNDAR inició actividades en Cihuatán en el año 2000. En ese momento, Cihuatán estaba virtualmente abandonado. Los trabajadores del sitio lograban limpiar de malezas solamente una reducida zona del sitio, mientras que lo demás se llenaba de monte que cada año fue incendiado por vándalos (aprovechando la completa falta de vigilancia) a fin de obtener leña y cazar los cuzucos (amardillos) y garrobos (iguana negra) que hacen sus moradas entre las piedras de antiguas estructuras. La casa del sitio fue saqueada en repetidas ocasiones por grupos de jóvenes que entraban al retirarse los trabajadores. Además, la casa y una estructura vecina se había convertida en bodegas improvisadas de materiales culturales procedentes de excavaciones en todo el país, con unos 5,000 costales apilados, mayormente rotos, en condiciones muy lejos de lo apropiado. No había electricidad ni agua. La visita a este sitio desolado era a riesgo propio.

Después de 8 años de trabajos en cooperación, FUNDAR y CONCULTURA inauguraron Cihuatán como parque arqueológico el 17 de noviembre, 2007. Tomando en cuenta la inversión en infraestructura y la ejecución de investigaciones, FUNDAR y otros donantes ha contribuido con más de $300,000 a Cihuatán (véase la sección Mejoras por FUNDAR).

En 2009, FUNDAR tomó la decisión de suspender su participación en la administración de Cihuatán y otros parques para dedicarse plenamente a la investigación y divulgación del patrimonio arqueológico. En julio, 2010, FUNDAR acordó suscribir un nuevo convenio de co-administración con la Secretaría de Cultura, únicamente para el Parque Arqueológico Cihuatán en donde continuamos con un proyecto de investigación (pulse aquí para leer más sobre este convenio).

 

El Proyecto Cihuatán

El Proyecto Cihuatán es una actividad principal de FUNDAR. Desde hace muchos años, Cihuatán ha sido reconocido como mayor sitio arqueológico identificado en El Salvador (sin embargo, hoy se sabe que es superado por el vecino sitio de Las Marías). La antigua ciudad de Cihuatán surgió después del misterioso “Colapso Maya” para convertirse en una capital regional entre los años 900 y 1200 d.C.

 

La pirámide principal de Cihuatán (Estructura P-7) con el volcán de Guazapa al fondo


El Gobierno de El Salvador es propietario de una parte importante de Cihuatán, donde FUNDAR, en cooperación con el Estado, ha desarrollado un parque arqueológico. Los objetivos de nuestro proyecto incluyen:

  • Partiendo de un sitio en estado de abandono, implementar el manejo de Cihuatán.
  • Contribuir a la educación pública en cuanto a Cihuatán y la arqueología en general.
  • Avanzar en la investigación arqueológica de Cihuatán y otros sitios en su entorno.
  • Contribuir a la conservación, consolidación y restauración de su arquitectura prehispánica.
  • Identificar otros sitios arqueológicos en la región para su estudio y protección.
  • Convertir Cihuatán en un destino de turismo nacional e internacional, con lo cual se contribuirá a la autosostenibilidad del parque.
  • Crear nuevas oportunidades económicas para la población en el entorno del sitio arqueológico Cihuatán.

 Pulse aquí para las últimas noticias del proyecto

 

Participantes en el Proyecto Cihuatán

Varias personas e instituciones han contribuido al Proyecto Cihuatán.

Las instituciones y grupos que han participado incluyen:

  • El Gobierno de El Salvador a travéz de su órgano cultural, que ha otorgado permisos, ha mantenido supervisión y ha participado directamente en las actividades del proyecto.
  • USAID, que donó un fondo patrimonial a FUNDAR cuyos réditos apoyan al Proyecto Cihuatán.
  • La Universidad Estatal de San Francisco California representada por su profesora, Dra. Karen Bruhns.
  • La Familia Sol Meza (nietos de Antonio Sol, el primero en efectuar una excavación arqueológica oficial en el país en 1929), que donó los fondos para remodelar la ruinosa casa del sitio, convirtiéndola en museo de sitio, laboratorio, área de mantenimiento y dotándola de servicios sanitarios.
  • El Fondo Familiar Kislak, USA, a través de Jay Kislak, que donó fondos para contribuir a la creación del parque.
  • La Ford Motor Company, que otorgó a FUNDAR el Premio de Conservación y Medio Ambiente para construir en Cihuatán un sistema de agua para captación de agua de lluvia del techo de la casa.
  • La Municipalidad de Aguilares, que ha ayudado en el mantenimiento del camino de acceso y con el sumistro de agua para la casa del parque.
  • La Oficina de Asuntos Públicos de la Embajada de Estados Unidos, que ha hecho dos donaciones al Proyecto Cihuatán: 1) para fabricar escalinatas de acceso público a la pirámide principal y el juego de pelota, además de hacer conservación en el juego de pelota, y 2) para investigaciones y conservación en la Acrópolis de Cihuatán.
  • El Hospital de Diagnóstico de El Salvador, a través de su programa cultural, ha hecho importantes donaciones al proyecto.

 

Visita de monitoreo del fondo patrimonial de FUNDAR. Desde la izquierda: Pastor Gálvez, Laura Morales, Zachary Revene, José Ramón Zapata

 

Desde la izquierda, Ricardo y Enrique Sol Meza, Rodrigo Brito, Federico Hernández.

 

En representación de FUNDAR, Paul Amaroli recibe el Premio de Conservación y Medio Ambiente de la Ford Motor Company.

 

Donna Roginski (Encargada de la Oficina de Asuntos Públicos, Embajada EE.UU.) con placa conmemorativa, frente a la escalinata de acceso público en la pirámide principal de Cihuatán, la cual fue financiada por una donación de su oficina.

 

Desde la izquierda, Rodrigo Brito, Hilda Guerra, Marjorie Stern (ambas de la Oficina de Asuntos Públicos de la Embajada de EE.UU.) sobre la pirámide principal de Cihuatán. Esta oficina también donó fondos para conservación en el Juego de Pelota Norte (al fondo) e investigaciones y conservación en la Acrópolis.

 

 

Los individuos participantes en el Proyecto Cihuatán incluyen:

  • El encargado del Parque Arqueológico Cihuatán, Pastor Gálvez, quien con su grupo de trabajadores es el responsable por el mantenimiento del parque. El Sr. Gálvez tiene 30 años de experiencia en excavación arqueológica y ha participado en varios proyectos de diferentes Arqueólogos.
  • Los co-directores del Proyecto Cihuatán, Karen Olsen Bruhns, quien ha estado comprometida con la investigación y protección de Cihuatán desde 1975, y Paul Amaroli. Le invitamos a visitar la página web dedicada al proyecto, www.cihuatan.org.

Pastor Gálvez (encargado de Cihuatán) y la Dra. Karen Bruhns en la Acrópolis de Cihuatán. Al fondo, el volcán de Guazapa.

Otras personas que han participado en el proyecto incluyen:

  • Arqueólogo Fabio Amador (El Salvador), como miembro de FUNDAR co-dirigió con Paul Amaroli el reconocimiento de límites de Cihuatán y las investigaciones de su pirámide principal.
  • Arqueóloga Matilde Gil (España), participó en mapeo y reconocimiento en Las Marías y otros sitios.
  • Arqueóloga Claudia Ramírez (El Salvador), participó en excavaciones en Carranza además de ser asignada como monitora (supervisora) del proyecto por el Gobierno.
  • Arqueólogo Heriberto Erquicia (El Salvador), participó en una excavación en Las Marías además de ser asignado como monitor (supervisor) del proyecto por el Gobierno.
  • Arqueólogo Marlon Escamilla (El Salvador), participó en una excavación en Las Marías además de ser asignado como monitor (supervisor) del proyecto por el Gobierno.
  • Arqueólogo Vladimir Avila (El Salvador), participó en excavaciones en Carranza y Cihuatán, y en reconocimiento en Las Marías y otros sitios.
  • Arqueólogo Zachary Revene (Estados Unidos), participó en excavaciones en Cihuatán y otros sitios. Llevó a cabo la forestación del camino de entrada a Cihuatán con la siembra de 500 árboles de especies nativas.

Y los estudiantes de arqueología y antropología:

  • Federico Paredes, Universidad de San Carlos de Guatemala (graduado)
  • Liuba Morán, Universidad Tecnológica de El Salvador (graduada)
  • Miriam Méndez, Universidad Tecnológica de El Salvador (graduada)
  • José Camarena, San Francisco State University, California
  • Astrid Francia, Universidad Tecnológica de El Salvador
  • Rebeca Gámez, Universidad Tecnológica de El Salvador
  • Edgar Cabrera, Universidad Tecnológica de El Salvador
  • Alejandro Teba, Universidad de Sevilla, España
  • Luis Sibrián, Universidad Tecnológica de El Salvador

 

Pastor Gálvez (izquierda) y Fabio Amador en las investigaciones de la pirámide principal de Cihuatán (Estructura P-7).

 

Vladimir Avila, Feliciano Torres, Liuba Morán y Miriam Méndez en el reconocimiento de límites de Las Marías.

 

Marlon Escamilla y Federico Paredes en el almuerzo anual de FUNDAR en Cihuatán.

 

Leslie Lane y Federico Paredes en la investigación de la pirámide principal.

 

Heriberto Erquicia, Vladimir Avila, Mario Portillo, Feliciano Torres y Paul Amaroli en Las Marías.

 

Claudia Ramírez y el equipo de excavación de rescate en Carranza.

 

Zachary Revene y Pastor Gálvez en la consolidación de la Estructura P-5.

 

José Camarena (de pie con camiseta gris), Zachary Revene (dibujando) y personal de Cihuatán en el temazcal excavado por Antonio Sol en 1929.

 

Desde la izquierda, Jorge Colorado, Astrid Francia, Edgar Cabrera, Karen Bruhns y Paul Amaroli, frente a la Acrópolis de Cihuatán.

 

Alejandro Teba y Edgar Cabrera toman mediciones en la Acrópolis.

 

Matilde Gil (izquierda) y Karla De León en el reconocimiento de límites de Tehuacán (estudio solicitado por la Alcaldía de Tecoluca).

 

Descripción de la antigua ciudad de Cihuatán

El Juego de Pelota Norte. Cihuatán tiene dos canchas

 

Emplazamiento

Cihuatán ha sido señalado como el mayor sitio arqueológico de El Salvador, con una extensión estimada en unos tres kilómetros cuadrados. El sitio cubre una loma que domina estratégicamente el amplio valle formado por los ríos Acelhuate y Lempa, a 36 kilómetros al norte de San Salvador. Al oriente de Cihuatán, se alza el soberbio volcán de Guazapa.

La ubicación de Cihuatán

Los pobladores actuales de la zona distinguen en las cumbres irregulares de Guazapa la silueta de una mujer recostada. De hecho, el nombre náhuat del sitio, Cihuatan (originalmente con acento penúltimo), puede traducirse como “Lugar Junto a la Mujer”.

Arriba, el volcán de Guazapa visto desde la cima de la pirámide principal

Abajo, se indica los rasgos de la mujer recostada que señalan los lugareños en las cumbres del volcán

 


La anatomía de la ciudad

Cihuatán es un sitio verdaderamente urbano. Su centro monumental se encuentra en la cima de la loma y puede ser dividido en dos partes: la Acrópolis (también nombrada como el Centro Ceremonial Oriente), la cual era hasta poco pobremente conocida, y el Centro Ceremonial (también llamado como el Centro Ceremonial Poniente) donde se han concentrado la mayoría de investigaciones realizadas hasta el momento. La zona monumental cubre aproximadamente 28 hectáreas (40 manzanas) en extensión.

Varios detalles de la Acrópolis son tentativos, al igual que la estructura al sureste de la pirámide principal

 

El Centro Ceremonial Poniente consiste en un recinto amurallado que abarca una pirámide principal (Estructura P-7), dos canchas de pelota y varias otras construcciones, incluyendo templos, y un edificio que se ha especulado servía como palacio. La amplia plaza del Centro Ceremonial Poniente habría sido el lugar para mercados y festivales. Las construcciones monumentales consisten en un relleno de piedra y tierra, con un primer recubrimiento de piedra ordinaria y, muchas veces, un fino acabado de bloques y “lajas” talladas de toba (llamado talpetate) o de bloques aparentemente artificiales hechos de tierra blanca (talpuja). Se usaba además piedra pómez, con un lado aplanado, como revestimiento para muros y pisos. Estas superficies muchas veces llevaban un repello de cal. Es sorprendente que los antiguos constructores fabricaban la cal con conchas (incluyendo "casco de burro" [Anadara sp.]) transportadas desde los manglares costeros a más de 70 km de distancia. Los techos de los edificios en esta zona eran de paja.

El Centro Ceremonial Poniente está abierto para el visitante y se puede apreciar algunas reconstrucciones practicadas en el Juego de Pelota Norte y en la pirámide principal (Estructura P-7). Las investigaciones realizadas por FUNDAR han agregado algunas estructuras adicionales al plano de esta zona, incluyendo un templo circular (Estructura P-28), la cual fue investigada en 2005.

Las primeras excavaciones realizadas por FUNDAR en Cihuatán fueron en la pirámide principal (Estructura P-7) entre 2001 y 2002. La investigación fue dirigida por Fabio Amador y Paul Amaroli. Usted puede descargar el informe resultante aquí (archivo PDF, 7.5MB)

 

El Templo Circular de Cihuatán (Estructura P-28). Fue investigada durante 2005 por FUNDAR. Probablemente estaba dedicado al Viento (Ehecatl). Un reporte sobre esta estructura ha sido publicado por Karen Bruhns y Paul Amaroli en la revista Arqueología Iberoamericana (2:35-45 [2009]); pulse aquí para descargar la revista (archivo PDF, 1MB).

 

La Acrópolis, actualmente cerrado al acceso público, es una plataforma muy grande que sostiene varios edificios. Hace unos 40 años, Stanley Boggs investigó una plataforma pequeña (la Estructura O-4) al sur de la Acrópolis, sobre la cual había sido depositado alrededor de 1,000 libras de fragmentos de cerámica, incluyendo incensarios espigados y una figurilla de un perro con ruedas. Debajo de este depósito, se descubrió el enterramiento de una mujer joven junto con un perro y decenas de copas miniaturas.

Incensario espigado, reconstruido de los fragmentos encontrados sobre la Estructura O-4 La figurilla con ruedas en forma de perro. Ambos objetos están exhibidas en el Museo Nacional de Antropología "Dr. David J. Guzmán" (ver Boggs 1973).

En 2001, FUNDAR identificó un posible palacio sobre la Acrópolis. Excavaciones realizadas a partir de 2005 han confirmado que la Acrópolis servía para dar realce a esta gran estructura, que denominamos como el Palacio de los Señores de Cihuatán. El Palacio tenía un techo de azotea sostenido sobre muros de adobe y columnas gruesas de adobes. Al igual que otros palacios en el centro de México en esta época, esta estructura tenía un patio grande con habitaciones o salas dispuestas alrededor. Este tipo de palacio era conocido como "tecpan" en el centro de México. Su investigación apenas comienza. Usted puede apreciar una primera representación digital del Palacio pulsando aquí.

 

La Acrópolis de Cihuatán. Una plaza separa la Acrópolis del Centro Ceremonial (vista al este).

 

La Acrópolis (vista hacia el sureste). Las excavaciones se cubren con plástico al final de una jornada.

 

Excavaciones en el Palacio de los Señores de Cihuatán. 

 

Izquierda: Pastor Gálvez con una almena relativamente intacta, junto a un muro principal del lado sur del palacio. Debido a que las almenas se cayeron del borde del techo, la mayoría se encuentran muy fragmentadas (como se ve al pie de la foto). Derecha: Detalle de la almena. 

 

Tláloc, el dios de la lluvia, era muy importante para los habitantes de Cihuatán. Esta efigie de cerámica fue encontrada en la base de la Acrópolis, en las investigaciones que FUNDAR realiza en el área del Palacio. Actualmente en proceso de conservación en el Museo Nacional.

 

Esta escultura cerámica fue descubierta en las excavaciones de rescate efectuadas por FUNDAR en un suburbio de Cihuatán que estaba en proceso de destrucción. Representa a un guerrero jaguar. Es interesante la forma de su gran pectoral (que aún conserva restos de pintura azul), ya que se asemeja a pectorales mayas del Clásico en forma del signo "ik" (aliento, viento). Fotografía tomada en el Museo Nacional.

 

El centro monumental de Cihuatán estaba circundado por numerosas casas comunes. A la fecha, se ha identificado más de 1200 rasgos estructurales visibles de casas en el reconocimiento efectuado de aproximadamente la cuarta parte la zona residencial. Las casas consistían en un basamento rectangular (rodeado por piedra y llenado con tierra y piedra), sobre el cual se construían paredes de bahareque. Los techos eran de paja. En las laderas de la loma, se construyeron terrazas para acomodar viviendas. La monografía de Karen sobre la arqueología doméstica de Cihuatán ahora está disponible en línea, pulsando aquí (archivo PDF, 12MB).

En su estudio del sector de Cihuatán llamado San Diegüito, Jane Kelley sugiere que la zona residencial posiblemente se dividía en barrios, cada uno marcado por un templo vecinal y otras estructuras especiales. Pulse aquí para leer la monografía de Jane Kelley sobre sus investigaciones en San Dieguito (archivo PDF, 115MB).

Una de las preguntas más frecuentes acerca de Cihuatán es, "¿Cuánta gente vivía en la ciudad?" Es una pregunta bastante difícil de contestar, debido a las siguientes razones: 1) los conteos de rasgos residenciales en la superficie son deficientes, ya que sabemos que existen muchos más que son "invisibles" (ligeramente enterrados), 2) no todos los rasgos eran hogares; algunos eran terrazas y otros pueden haber tenido funciones diferentes, como bodegas, temazcales, áreas de trabajo, etc., 3) hay áreas significativas de la zona residencial que han sido dañadas por actividades agrícolas recientes que han "borrado" muchos rasgos, 4) es poco probable que todos los rasgos hayan estado en uso simultáneamente, y 5) no existe evidencia directa sobre el tamaño promedio de las familias en Cihuatán. Aunque se podría intentar calcular un estimado de la población de Cihuatán simplemente multiplicando el número de rasgos residenciales por un supuesto número promedio de familiares, lo anterior demuestra que esto sería pura conjetura.

 

Una plataforma residencial al sur del centro monumental de Cihuatán (Federico Paredes y Pastor Gálvez).

 

Entre 1999 y 2001, FUNDAR llevó a cabo un reconocimiento para determinar los límites de la antigua ciudad de Cihuatán, hasta entonces desconocidos. Esta investigación estuvo a cargo de Paul Amaroli y Fabio Amador. El estudiante Federico Paredes participó en parte del trabajo de campo. Usted puede descargar el informe resultante aquí (archivo PDF, 7MB). Un resultado de este estudio fue la definición de un polígono de puntos geodésicos que describe el área de Cihuatán, el cual forma la base para las medidas de protección ahora implementadas para el sitio (ver Lucha contra el saqueo y tráfico ilícito).

 


La fundación y abandono de Cihuatán

Según las investigaciones realizadas hasta el momento, Cihuatán fue fundada por el año de 900 d.C., en los años que siguieron el Colapso Maya, un fenómeno todavía enigmático que constituye uno de los temas más discutidos en la arqueología mesoamericana, consistente en el abandono de la mayoría de los asentamientos de la región entre los años 800 y 900 después de Cristo. Cihuatán y sus centros satélites surgen en el panorama de este desastre general.

La cultura material de Cihuatán - arquitectura, cerámica y otros artefactos - refleja fuertes nexos con el centro de México. Actualmente existen tres teorías sobre los pobladores de Cihuatán. Una es que eran los antepasados de los pipiles históricos, quienes, para tiempos de la Conquista española, ocupaban esta región. Otra teoría es que la ciudad fue establecida por un grupo mexicano diferente y que su destrucción se debió a otra oleada de inmigrantes (¿antepasados de los pipiles?). La tercera propuesta es que eran de un grupo étnico local que experimentó fuertes cambios en su forma de vida hacia principios del siglo IX d.C. por influencia "mexicana".

Podemos referirnos a la cultura en Cihuatán como "Guazapa" (esto es el nombre dado por los arqueólogos a la cultura, o fase, representada en el sitio). Se han descubierto otro gran asentamiento Guazapa que fue establecido en la misma región, y hay una docena de centros menores conocidos en diferentes partes del centro y occidente del país.

La ciudad de Cihuatán terminó con fuego y quema general. Así lo indican las investigaciones en sus templos y casas, donde se han encontrado escombros quemados que cayeron sobre el contenido de las estructuras. Se han descubierto puntas de flecha y lanza entre los escombros. Fechas de radiocarbono apuntan que esto ocurrió por el año de 1100 d.C. ¿Habría sido una guerra que acabó con Cihuatán? Las investigaciones futuras podrán resolver ésta y otras incógnitas sobre el sitio arqueológico. No se ha hallado evidencia de que alguna vez se volvió a ocupar la ciudad destruida. Para tiempos de la Conquista, Cihuatán ya llevaba unos cuatro siglos de abandono.

Izquierda: Un incensario espigado que mide metro y medio de altura. Derecha: Excavaciones en los templos y en el palacio de Cihuatán han mostrado que fueron incendiados repentinamente, con los incensarios y otros objetos quebrados en el suelo.



Investigaciones e investigadores

La primera noticia que parece referir a Cihuatán es el dato sobre restos de “una ciudad grande y populosa” registrado en el informe municipal preparado por el municipio de Guazapa en 1859. Unos cinco años después, al pasar por el pueblo de Guazapa, el viajero Simeon Habel fue informado de "un lugar llamado Siwhuatan, sobre el río Lempa, notable por las muchas ruinas de cimientos, dispuestos ordenadamente".

Por 1925-26, el Arqueólogo Samuel Lothrop visitó Cihuatán y preparó el primer plano del sitio.

El primer plano de Cihuatán fue elaborado por Samuel K. Lothrop (1926). Se notan la pirámide principal y el Juego de Pelota Norte. En ese tiempo, la mayor parte del sitio estaba cubierto por bosque y "no explorado" (tal como Lothrop apunta en el plano).

 

En 1929, Antonio Sol, asistido por el Ingeniero Augusto Baratta, llevó a cabo varios meses de excavación en la pirámide principal y en el Juego de Pelota Norte. Estas fueron las primeras excavaciones oficiales en la historia de El Salvador.

Izquierda: excavaciones de Antonio Sol en la escalinata norte de la pirámide principal en 1929. Derecha: la cabeza de una de las 20 esculturas felinas descubiertas por Sol en su excavación de la estructura que él llamó el "Templo de los Idolos" (Estructura P-5)

 

Plano de la pirámide principal (Estructura P-7) elaborado por Augusto Baratta en 1929 (cortesía Alicia Sol de Morales).

 

El Arqueólogo Stanley Boggs realizó investigaciones importantes en Cihuatán en 1954, 1965 y 1967. Los años entre 1974 y 1979 vieron la contribución de varios arqueólogos al estudio de la antigua ciudad, destacándose Karen Olsen Bruhns, Gloria Hernández, William Fowler, Jane Kelley y Earl Lubensky.

Cihuatán se halló dentro de una zona conflictiva durante gran parte de la década de los ochenta; no obstante, Gregorio Bello Suazo, José Retana y José Salguero, de la Dirección del Patrimonio Cultural, durante esa época, llevaron a cabo la restauración del Juego de Pelota Norte.

En 1996, CONCULTURA contrató a la empresa APSIS para hacer un nuevo levantamiento de la zona monumental.

Desde 1999 se emprende el Proyecto Cihuatán con la participación de la Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador (FUNDAR) y la Universidad Estatal de San Francisco, California, con el apoyo de USAID y la coordinación general del Estado. Paul Amaroli y Fabio Amador trabajaron en reconocimiento de los límites de Cihuatán (1999-2001) y en la investigación de la pirámide principal (2001-2002). Entre 2000 y 2009, además de los ya mencionados, han trabajado Karen Bruhns, Vladimir Avila, Zachary Revene y los estudiantes de Arqueología Miriam Méndez, Federico Paredes, Liuba Morán, José Camarena, Astrid Francia, Edgar Chacón, Rebeca Gámez y Luis Sibrián en investigaciones que incluyen reconocimiento de Cihuatán y otros sitios en su entorno, y en excavaciones del Templo de Viento (Estructura P-28) y el Palacio Real de Cihuatán.

 

Modalidad de permisos y supervisión por parte del Gobierno

El lector podría tener interés en saber algo del procedimiento para realizar proyectos de investigación arqueológica en El Salvador. En breve, se formula una solicitud a la Secretaría de Cultura que incluye una descripción del proyecto propuesto. Aunque antes estaban solo vagamente definidos, los procedimientos y requisitos fueron publicados en 2007 como la "Normativa de regulación de investigaciones arqueológicas de El Salvador", y por supuesto FUNDAR cumple con esta normativa en sus investigaciones arqueológicas.

En la ejecución de un proyecto, el Gobierno asigna un Arqueólogo como monitor, o supervisor del proyecto.

Visita de supervisión del Gobierno. Desde la izquierda: Fabricio Valdivieso, Paul Amaroli, Juana Toledo, Rodrigo Brito y Federico Hernández.

Los Arqueólogos asignados por el Gobierno para supervisar los proyectos de FUNDAR han incluido:

  • Marlon Escamilla
  • Heriberto Erquicia
  • Claudia Ramírez
  • Fabricio Valdivieso
  • Shione Shibata

 

 

El Museo Antonio Sol de la Antigua Ciudad de Cihuatán

El Museo Antonio Sol fue nombrado así por Antonio Sol, el investigador que realizó las primeras excavaciones arqueológicas en El Salvador, y esto ocurrió precisamente en Cihuatán, en el año de 1929. A Sol nunca antes se le había reconocido ese mérito.

Considerando que muchos museos de sitio del mundo han sido sujetos a robos, se tomó la decisión de no poner en riesgo a irreemplazables materiales culturales. Por esta razón, el Museo Antonio Sol exhibe dibujos, fotografías y textos, pero ningún objeto.

El museo ocupa parte de la casa de sitio que fue extensivamente remodelada y ampliada, y fue abierto al público el 17 de noviembre, 2007, con la inauguración del Parque Arqueológico Cihuatán.

El Museo Antonio Sol (con la persona parada en frente) ocupa la mayor parte de la casa de sitio, que también tiene servicios sanitarios, laboratorio y área de mantenimiento. A la derecha, el cafetín.

 

Un corredor afuera del museo.

 

La entrada al museo, y un detalle de rótulo con su nombre.

 

El museo tiene 11 cédulas temáticas, con textos en español e inglés. Para facilidad de lectura, los textos son de fuente grande sin fondos decorativos. Los temas son:

1. Antonio Sol: Pionero de la arqueología salvadoreña.
2. La antigua ciudad de Cihuatán (introducción).
3. Mesoamérica: Civilizaciones entrelazadas.
4. Prehistoria del territorio salvadoreño.
5. El centro monumental de la ciudad de Cihuatán.
6. Los dos juegos de pelota de Cihuatán.
7. La vida diaria y la muerte en la antigua ciudad.
8. Religión.
9. Comercio.
10. El fin de Cihuatán.
11. ¿Qué es Arqueología?

Como ejemplo, la primera cédula que describe la contribución de Antonio Sol a Cihuatán y a la arqueología salvadoreña.

 

El sendero arqueológico

FUNDAR ha creado un sendero arqueológico en Cihuatán (el término "interpretativo" es desconocido para la mayoría de personas). El sendero le conduce en un recorrido autoguiado por el Centro Ceremonial de la ciudad, utilizando folletos (en español e inglés) disponibles en el cafetín. El recorrido es de aproximadamente un kilómetro.

Plano del recorrido del sendero arqueológico.

 

La portada del folleto para el recorrido auto-guiado en el sendero arqueológico, disponible en español e inglés. El diseño gráfico del folleto, así como de las cédulas del museo y la rotulación del parque, fue elaborado en concepto de donación por Diego Brito. El folleto puede ser descargado pulsando aquí para la versión en español, y aquí para la versión en inglés. Nota: estas versiones son del 2008 y hacen referencia a la participación de FUNDAR en la administración de otros parques arqueológicos.

 

En sendero en su recorrido por la muralla. Se señala el sendero con piedras pintadas de blanco. Las paradas son marcadas con números grabados en postes de madera.

 

El volcán de Guazapa (aquí abrazado por un árbol de ceiba) es un compañero constante en el recorrido de Cihuatán.

 

Mejoras por FUNDAR

Los trabajos que FUNDAR ha realizado en Cihuatán en colaboración con el Estado empezaron con un lugar virtualmente abandonado.

Fue en el año 2000 que FUNDAR inició sus trabajos para mejorar el sitio, culminando con la inauguración del Parque Arqueológico Cihuatán el 17 de noviembre de 2007. En septiembre, 2009, FUNDAR tomó la decisión de no continuar con la co-administración de Cihuatán y otros parques para dedicarse de pleno a la investigación y divulgación. Sin embargo, en julio, 2010, FUNDAR y la Secretaría firmaron un convenio para continuar en la co-administración del parque, y esperamos dotar Cihuatán de muchas mejoras más.

A continuación, cuando es posible se utiliza el formato "antes / después" para ilustrar las mejoras logradas por FUNDAR entre 2000 y 2009, gracias a la ayuda de muchas instituciones y personas.

Empezamos con lo más necesario: el acceso. El camino de entrada a Cihuatán es de un kilómetro y estaba intransitable. Una primera tarea en el año 2000 fue su reparación (foto), y hoy entra cualquier vehículo.

No había electricidad en Cihuatán. Gracias a las gestiones de FUNDAR, en el 2000 se instaló un kilómetro de tendido eléctrico nuevo para instalar electricidad en la casa del sitio. La foto fue tomada en la noche que se conectó la iluminación en Cihuatán.

No había rotulación en el parque. Ahora hay en la entrada....

 

...en el largo camino de acceso...

 

...en el estacionamiento nuevo y en diferentes sectores del parque.

 

FUNDAR ha zonificado el parque para mejorar el uso por parte de los visitantes. Por ejemplo, comida (y basura) se limite a la zona de las instalaciones. La entrada (izquierda) es regulada, y la salida (derecha) es por una puerta giratoria.

 

ANTES

Sin un estacionamiento definido, los vehículos entraban hasta topar con las estructuras prehispánicas (se observa el templo P-20).

DESPUES

FUNDAR ha habilitado un estacionamiento con capacidad para varios vehículos donde antes había un "chagüite" (una zona pantanosa).

 

La casa de Cihuatán: Desde el abandono hasta un museo y centro de trabajo

La casa en Cihuatán fue construida en los años 1970 para uso por los investigadores, con un espacio en donde el Arqueólogo Stanley Boggs quería habilitar un museo. Esto nunca sucedió.

Encontramos la casa en un estado de casi total abandono, saqueada en varias ocasiones, y lleno de costales (mayormente rotos) de tiestos procedentes de diferentes sitios, todo cubierto por una capa de guano dejado por los murciélagos que habitaban el lugar. Otros materiales llenaban una estructura pequeña originalmente construida para guardar cal. Los materiales culturales habían sido depositados aquí apresuradamente cuando se demolió el edificio anterior del Museo Nacional por 1997. El uso de la casa como una bodega improvisada impedía usarla, mejorarla y aún limpiarla.

En el 2005, CONCULTURA autorizó el traslado de los materiales a una bodega suya en otro sitio, y FUNDAR los reembolsó con 700 costales y varias cajas.

Una pequeña parte de los materiales culturales apilados en la casa de Cihuatán.

 

Izquierda: El hombre contempla aproximadamente 400 costales rotos, derramando cerámica y obsidiana, en una pequeña estructura originalmente construida para guardar cal. Estos costales incluían materiales de Cara Sucia, Asanyamba (Chapernalito) y sitios ahora perdidos bajo el embalse de Cerrón Grande. Derecha: Se inicia el reembolso de estos materiales (la estructura después sirvió de base para construir el cafetín y la colecturía de Cihuatán).

 

FUNDAR reembolsó los materiales con unos 700 costales y varias cajas, para trasladarlos a una bodega de CONCULTURA.

 

Completado este primer paso, desocupar la casa convertida en bodega, FUNDAR inició el proyecto de remodelación de la casa para transformarla en museo de sitio, laboratorio, área de mantenimiento e instalar servicios sanitarios para el público. A continuación, fotografías antes y después de estos trabajos.

 

ANTES

La casa de Cihuatán con techo dañado, pisos deteriorados, puertas dañadas y muchas otras deficiencias. En ese entonces se utilizaba como bodega improvisada para materiales culturales de diferentes sitios, lo cual imposibilitaba utilizarla para otros propósitos.

DESPUES

La casa remodelada, con un entejado nuevo, ampliación de la fachada del museo (a la derecha), y nuevos pisos, puertas y ventanas. Una ampliación en la parte posterior aloja los servicios sanitarios para visitantes.

 

ANTES

La casa deteriorada, sin electricidad, con el corredor encerrado con malla ciclón.

DESPUES

El corredor remodelado, con defensas decorativas hechas a mano, cielo falso de vara de castilla, puertas y ventanas nuevas, y luz y agua para jardinería y aseo.

 

ANTES

El corredor de la casa, con piso deteriorado de cemento, ventanas cubiertas con lámina.

DESPUES

El corredor remodelado, con piso de cerámica, cielo falso de vara de castilla, ventanas y puertas nuevas y defensas decorativas hechas a mano.

 

ANTES

La entrada a la casa.

DESPUES

Ahora es la entrada al museo. A la derecha, los servicios sanitarios para estudiantes.

 

ANTES

La casa era una bodega improvisada.

DESPUES

Ahora es un museo que permite conocer raíces culturales.

 

ANTES

Un extremo de la casa.

DESPUES

Este extremo fue ampliado para alojar los servicios sanitarios para visitantes.

 

En el pasado, la falta de agua en Cihuatán era un gran problema. Con fondos del Premio de Conservación y Medio Ambiente (Ford Motor Company), FUNDAR construyó un sistema que capta agua lluvia del techo de la casa y la conduce a una cisterna equipada con una bomba eléctrica. El agua se utiliza en los servicios sanitarios, para regar jardines y para lavar materiales culturales de las investigaciones. En las ocasiones cuando se agota el agua durante el verano, la Alcaldía Municipal de Aguilares (con agradecimiento particular a su Alcalde, el Dr. Wilfredo Peña) la ha suministrado con un camión cisterna.

 

Izquierda: Lavamanos en uno de los servicios sanitarios modernos construidos para los visitantes. Derecha: Por primera vez, hay agua en la casa.

 

ANTES

Junto a la casa existía una estructura pequeña construida para almacenar cal, pero utilizada como depósito improvisado de materiales culturales. Estaba en mal estado. La parte superior de las paredes se caían, y el techo era de fragmentos quebrados de "duralita" solo puestos, no fijos.

DESPUES

FUNDAR aprovechó la base de la estructura para construir un cafetín y (al otro lado, con separación interna) la colecturía del Gobierno donde los visitantes cancelan por ingresar al parque.

La colecturía del Gobierno fue construida en el otro lado de la estructura, con vista hacia el estacionamiento. Los colectores en Cihuatán son Gloria Palma Alfaro y Gérman Alexander Reyes Guevara.

 

 

Mejoras dentro del parque: Conservación, acceso público y visualización

ANTES

Esta pequeña plataforma de templo (Estructura P-12) fue una de varias estructuras excavadas en los 1970 pero nunca reenterradas o consolidadas. La mayor parte de la arquitectura en Cihuatán consiste en piedra unida con tierra, y después de tres décadas la plataforma se encontraba muy deteriorada. El crecimiento de árboles encima también la iba dañando.

DESPUES

Bajo la supervisión de Karen Bruhns, se consolidó la Estructura P-12, con algunas restauraciones menores (debidamente señaladas en la misma estructura) respaldas por planos y fotografías registradas por su excavador. Hoy es una parada en el sendero arqueológico. Una monografía bilingüe (español / inglés) sobre la excavación de ésta y de otra estructura fue publicada en colaboración entre la Universidad Estatal de San Francisco y FUNDAR bajo el título, The Excavation of Structures P-12 and P-20 at Cihuatán, El Salvador/ Excavación de las Estructuras P-12 and P20 de Cihuatán, El Salvador, Paper 22, Treganza Anthropology Museum, San Francisco State University (año de 2005). El autor fue el Arqueólogo Earl Lubensky, quien falleció el primero de mayo, 2009.

 

ANTES

La Estructura P-5 (llamado como el Templo de los Idolos por Antonio Sol) forma un límite del Juego de Pelota Norte. Las gradas de esta estructura fueron excavadas por Sol en 1929, y por 1965 fueron parcialmente restauradas por Tomás Fidias Jiménez. Las alfardas que enmarcan las gradas originalmente tenían 30 centímetros de altura, y lo demás (incluyendo el "cubo" que corona las alfardas) fueron introducidas en esa restauración. Estaba muy deteriorado debido a la erosión de la lluvia y el paso irrestricto de los visitantes.

TRABAJOS...

Supervisado por Zachary Revene y Pastor Gálvez, FUNDAR consolidó lo que Sol excavó, incluyendo segmentos de las terrazas a los dos lados de la escalinata. En la foto, Zachary y Pastor practican el zulaqueado de la juntas entre las piedras originales, sin agregar otros elementos.

DESPUES

Después de la consolidación (la cual requiere monitoreo periódico), FUNDAR instaló dos escalinatas de metal para subir y bajar esta estructura sin dañarla, como parte del sendero arqueológico. Se limita el acceso con un cordel verde sostenido en soportes del mismo color, que en el invierno (cuando todo es verde) se "pierden" de vista.

Falta eliminar las partes falsas de las dos alfardas.

La conservación fue financiada por la Oficina de Asunto Públicos de la Embajada de Estados Unidos.

 

ANTES

La pirámide principal (Estructura P-7) tenía una vereda con hasta un metro de profundidad erosionada en la esquina donde subían los visitantes. Se iba dañando la pirámide cada vez más, continuamente desplazando sus piedras

DESPUES

FUNDAR construyó una escalinata de metal para que los visitantes suban la pirámide sin dañarla, como parte del sendero arqueológico.

La escalinata fue financiada por la Oficina de Asunto Públicos de la Embajada de Estados Unidos.

Fue fabricada en tres secciones para facilitar su montaje y, en caso necesario, su desmontaje (el cual ocuparía solo un día). La escalinata no altera la pirámide, pues descansa sobre el cuerpo de la estructura, y su base se apoya en un cimiento hecho dentro de la tierra excavada (desplazada) por Antonio Sol en 1929.

El rótulo ayuda para que la mayoría de visitantes ocupen la escalinata.

 

ANTES

La Acrópolis de Cihuatán, pese a ser una de las mayores estructuras de la antigua ciudad, yacía cubierto por monte, casi invisible y desconocida hasta en estudios arqueológicos. La maleza fue quemada cada año por intrusos que recogían leña (de árboles secados por el fuego) y cazaban animales.

TRABAJOS...

Limpiamos el monte y sembramos grama en la plaza "nueva" que se hizo visible con estos trabajos. Bajo FUNDAR, se ha ampliado el área engramado desde aproximadamente 1 hectárea a 5.

DESPUES

Se aprecia la Acrópolis y la plaza en todo su esplendor. Aunque la Acrópolis aún no está abierta al acceso público, esta vista forma parte del sendero arqueológico. La Acrópolis fue la ubicación del palacio real.

 

El mantenimiento de 5 hectáreas (7 manzanas) de grama requiere mucho trabajo en la temporada de lluvia. Izquierda: Antonio Castillo conduce una máquina cortagrama. Derecha: Tiene la ayuda más ecológica de varias ovejas.

 

Y termina otro día más en Cihuatán (siluetas de árbol de ceiba y el volcán de San Salvador).